La Teoría de la Innovación Disruptiva en tiempos del Covid-19

Hace algún tiempo vengo leyendo apasionadamente los textos del profesor Clayton Christensen, videos, entrevistas, reportajes, etc., porque este fenómeno que estamos viviendo nos hace tener cada día nuevas reflexiones y nos llena de incertidumbre. Quizás existan muchas respuestas ya escritas para estos cuestionamientos, pero la invasión de noticias, muchas veces salpicadas de política e interés particulares, nos dificulta ver las cosas con mayor claridad.

He encontrado en la lectura mi propio espacio de preguntas y respuestas, y tengo que confesar que este autor, profesor de la Harvard Business School, reconocido como el pensador de gestión empresarial más influyente del mundo en 2011 y 2013 y elevado a arquitecto y principal autoridad mundial en innovación disruptiva, logró anticipar con sus teorías mucho de lo que esta pasando en el mundo de hoy.

The Disruptive Innovation, es una teoría que explica los fenómenos cambiantes que han vivido muchas industrias a lo largo del tiempo. Anticipa lo que va a suceder en una Educación Superior que por siglos ha sido la industria inmune a los cambios. En esta teoría, el profesor Christensen explica cómo las Industrias tradicionales y “exitosas” son desafiadas por nuevas organizaciones que, a través de la innovación disruptiva, apalancada en nuevas tecnologías, transforman los sectores existentes. Creando nuevos espacios de competencia que superan las expectativas de los clientes tradicionales a través de la simplicidad, conveniencia, accesibilidad y asequibilidad, donde los productos o servicios tradicionalmente solían ser complicados, costosos e inaccesibles.

Esta teoría se ha aplicado y demostrado en innumerables industrias como la automotriz y la computacional (desde la época del mainframe hasta los laptops), en la telefonía celular, etc. En principio, este tipo de productos y servicios eran destinados a unas “élites” y posteriormente se fueron masificando debido a la disrupción tecnológica aplicada por nuevos proveedores que los hicieron más convenientes y accesibles para las masas.

La educación superior no había tenido una tecnología disruptiva ni un espacio para el rompimiento, sin embargo, el Covid-19 vino a cambiar el curso general de la historia y le esta dando un toque de aceleración a la teoría. Ahora la educación se enfrenta a una nueva realidad y quizá algunas universidades sufrirán los fracasos de Kodak, Blockbuster, ToysRus, Sears, etc.

¿Qué universidades van a lograr convertir sus modelos operacionales y su oferta de valor a una simple, conveniente, accesible y asequible? ¿Qué tan rápido lo podrán hacer? ¿Quiénes se venían preparando para esta nueva realidad? ¿Qué nuevos jugadores emergerán en el mundo de Educación? ¿Podrán muchas de ellas reinventarse como la Enciclopedia Británica, Walmart, Lego y otras?

Me inquieta mucho pensar qué va a suceder en la industria de la tecnología, me refiero a las empresas que desarrollan aplicaciones para soportar los procesos empresariales, ERP, CRM, SIS, etc., este último asociado sobretodo a la educación superior. ¿Será que, en esta época de incertidumbre en las universidades, de confusión entre educación remota y educación virtual, de lidiar con descuentos, deserción, altos pasivos pendientes por obras de infraestructura, procesos rígidos y altos costos operacionales, seguirá habiendo espacio para inversiones en costosas implementaciones de tecnología que toman entre 8 y 12 meses, con presupuestos superiores al millón de dólares?

Así como están haciendo los estudiantes en su cotidianeidad, las universidades deberían estar buscando simplicidad, conveniencia, accesibilidad y asequibilidad, traducirla en automatización simple de procesos académicos y administrativos, soluciones intuitivas plug and play, pagos por suscripción, menores costos de mantenimiento y soporte. Y, por otra parte, los socios tecnológicos de las instituciones deberían estar enfocados en ofrecer costos razonables en las customizaciones, modelos más simples de venta y consultoría, implementaciones orientadas a resultados de negocio y no a “proyectos implementados en tiempo y presupuesto”.

Al parecer, y sin ser esto una afirmación, las empresas que atienden al sector de educación superior, se afianzaron en la misma dinámica que ha dañado a tantas industrias en los diferentes momentos de crisis que ha vivido el mundo: reactividad al cambio, incapacidad de pensar en eficiencias, invalidez innovadora y abuso de la zona de confort. ¿No será que vienen en camino otras formas de competencia mas ágiles y dispuestas a cumplir las expectativas y necesidades de los nuevos jugadores de educación superior? Los tiempos del Covid-19 y la nueva normalidad habrán de demostrarnos los impactos, reinterpretaciones y afirmaciones que aun tiene por arrojar la Teoría de la Innovación Disruptiva, del profesor Clayton Christensen, sobre la educación superior.