Mapas de éxito estudiantil en educación superior: teoría y práctica

Puntos clave

• Un enfoque centrado en el estudiante considera el diseño de experiencias académicas que promueven el bienestar y la participación.
• Los programas de evaluación auténtica están diseñados para explotar la medición contextualizada de conocimientos y habilidades.
• Define estrategias proactivas para identificar y abordar necesidades de apoyo para el bienestar de los estudiantes.

¿Cómo se puede lograr una verdadera coherencia entre lo que declaramos y lo que hacemos en nuestras instituciones educativas? ¿Cuál es el papel de la inclusión y la diversidad en un enfoque centrado en el estudiante? ¿De qué manera la evaluación auténtica revoluciona la forma en que medimos el progreso de nuestros estudiantes? ¿Cuál sería un enfoque práctico hacia la retención para atender la deserción? Acompáñame a explorar estas preguntas y reconocer la importancia de la Experiencia y el Bienestar como camino hacia el éxito estudiantil.

Recientemente, tuve el privilegio de asistir al FIEd 2023, un evento educativo de renombre organizado por INNKIND y SenecaLab en Ciudad de Panamá. Durante este fascinante encuentro, fui testigo de la reunión de líderes educativos de toda América Latina, cada uno aportando su visión única para enriquecer el panorama de la educación superior en la región. Uno de los temas más inspiradores y destacados del evento, fue el enfoque centrado en el estudiante y cómo esto puede revolucionar la retención estudiantil en las instituciones educativas. La forma en que abordamos la enseñanza y el aprendizaje se ha vuelto más crucial que nunca, aquí algunas reflexiones a tomar en consideración.

Éxito estudiantil: un asunto de experiencia y bienestar

1. Centrar al estudiante en el proceso educativo: Cómo crear entornos que fomenten el aprendizaje activo y significativo, donde los estudiantes sean considerados socios en su propio proceso de formación. Este enfoque implica alinear las políticas institucionales, los programas académicos y las prácticas docentes para garantizar que el estudiante sea el principal beneficiario y protagonista de su educación. Con la tecnología transformando prácticamente todos los aspectos de nuestras vidas, las instituciones pueden optimizar los procesos administrativos y brindar a los estudiantes un acceso más fluido a la información vital relacionada con sus cursos, calificaciones y recursos de apoyo. Dar este enfoque tecnológico a la conexión con el estudiante no solo agiliza la administración, sino que también permite a los educadores y asesores tener una visión más completa del rendimiento de cada estudiante. Esto, a su vez, facilita la identificación temprana de dificultades académicas o emocionales, lo que lleva a intervenciones más oportunas y efectivas para garantizar el éxito estudiantil.
2. Coherencia entre valores y acciones: Esto es la alineación entre los valores declarados de una institución educativa y las acciones concretas que emprende. Durante el evento, se destacó cómo las instituciones que practican lo que predican crean un ambiente de confianza y credibilidad. Cuando los líderes y educadores demuestran un compromiso genuino con la excelencia académica y el bienestar de los estudiantes, se construye una base sólida para el aprendizaje y el crecimiento. La implementación de experiencias centradas en el estudiante no solo se trata de aulas digitales y recursos en línea; también se trata de la creación de una comunidad de apoyo en la que los estudiantes se sientan valorados y respaldados. Los programas de mentoría, las tutorías personalizadas y las oportunidades de participación extracurricular pueden fomentar un sentido de pertenencia y conexión, lo que a su vez aumenta la probabilidad de que los estudiantes se comprometan con su educación y se mantengan motivados durante su trayectoria académica.
3. Flexibilidad y adaptación: En un mundo en constante cambio, el enfoque hacia el estudiante también implica la capacidad de adaptarse a las nuevas realidades. Los avances tecnológicos y los cambios en las expectativas de los estudiantes exigen que las instituciones educativas sean flexibles y estén dispuestas a ajustar sus métodos y enfoques. Esto se manifiesta en la disposición de las instituciones a abrazar la innovación educativa y a adoptar nuevas formas de enseñar y aprender. En la educación superior, constantemente se busca innovar y adaptarse a las necesidades cambiantes de los estudiantes. En este contexto, ha tomado fuerza un enfoque prometedor llamado HyFlex (Hybrid-Flexible), que ha captado la atención de muchas instituciones educativas. HyFlex combina la flexibilidad del aprendizaje en línea con la interacción en el aula física, permitiendo a los estudiantes elegir cómo y cuándo participar en los cursos. Este enfoque contempla el apoyo en soluciones tecnológicas entre las que se incluyen sistemas de información de los estudiantes, herramientas de gestión del aprendizaje, servicios de soporte técnico y análisis de datos.
4. Inclusión y diversidad: La educación superior debe ser inclusiva y ofrecer igualdad de oportunidades para todos los estudiantes, independientemente de su origen étnico, género, orientación sexual o situación económica. Esto implica implementar políticas y prácticas que promuevan la equidad y la diversidad, creando un ambiente en el que cada estudiante se sienta valorado y respetado. Los datos para monitorear los grupos históricamente subrepresentados en la educación superior provienen de estudiantes de primera generación, población indígena, adultos mayores y estudiantes internacionales.
5. Evaluación auténtica y formativa: Este enfoque educativo busca medir el conocimiento, las habilidades y las competencias de los estudiantes de una manera contextualizada y aplicada. En contraste con la evaluación tradicional que se centra en exámenes estandarizados y memorización de información, la evaluación auténtica busca evaluar cómo los estudiantes pueden aplicar su conocimiento en situaciones del mundo real.

La evaluación auténtica implica la resolución de problemas reales, la creación de proyectos prácticos y la demostración de habilidades en contextos relevantes para la disciplina. Por otro lado, la evaluación formativa es un proceso continuo que brinda retroalimentación constante a los estudiantes durante todo el proceso de aprendizaje. Esto les permite comprender sus fortalezas y áreas de mejora, lo que fomenta una participación proactiva en su educación. En conjunto, la evaluación auténtica y formativa se alinea con las necesidades del mundo actual, donde la aplicación práctica de conocimientos y la adaptabilidad son esenciales. Esta forma de evaluación no solo mide el aprendizaje, sino que también impulsa el desarrollo de habilidades críticas como resolución de problemas, pensamiento crítico y trabajo en equipo. La tecnología desempeña un papel fundamental en esta modalidad de evaluación, proporcionando herramientas interactivas, simulaciones y plataformas en línea que permiten a los estudiantes demostrar sus habilidades en entornos controlados pero realistas. Además, la tecnología facilita la recopilación de datos en tiempo real, lo que permite a los educadores ajustar su enfoque y brindar retroalimentación inmediata.

Mapas de éxito estudiantil en educación superior: de la teoría a la práctica

¿Cuál sería un enfoque práctico hacia la retención para atender la deserción? Existen cuatro áreas donde las instituciones pueden cambiar la forma como operan para lograr experiencias excepcionales centradas en los estudiantes:

Administrativa: De estudiantes que visitan múltiples oficinas en el campus, solicitando ayuda, repitiendo su historia una y otra vez. — Hacia estudiantes que encuentran respuestas en un punto único de acceso a los servicios de campus institucional.

Académica: De procesos desarticulados que implican manualidad y solicitar información a los estudiantes que la institución debería conocer. — Hacia procesos integrados que hacen ver y sentir a las IES como una sola entidad.

Bienestar: De esperar a que los estudiantes busquen a las facultades o a los docentes, solicitando ayuda. — Hacia identificación proactiva de estudiantes con necesidades de apoyo.

Carrera: De competencias y habilidades de preparación hacia el mercado vistas como cocurriculares. — Hacia preparación de la fuerza laboral y el emprendimiento infundida en el currículo y parte del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Al mapear la experiencia del estudiante en estas áreas e identificar las oportunidades en el recorrido del estudiante en su paso por la institución, podemos lograr pasar de interacciones complejas, desacopladas, manuales y repetitivas a una experiencia más humana, ágil, conveniente y simple que facilita el ciclo de vida de nuestros estudiantes y permite proveerle de las herramientas necesarias, para que ellos mismos labren su futuro académico y culminen sus estudios de forma oportuna.

En conclusión, mi participación en el FIEd 2023 fue una experiencia enriquecedora que me permitió reflexionar sobre lo que implica alinear los valores, las políticas y las prácticas para crear un ambiente de aprendizaje que realmente beneficie a los estudiantes y los prepare para enfrentar los desafíos del mundo actual.

En segundo lugar, reconocí la importancia de la colaboración y el intercambio de ideas entre líderes educativos. América Latina es una región diversa y rica en perspectivas, y al unirnos en foros como el FIEd, podemos encontrar soluciones innovadoras que se adapten a nuestras circunstancias únicas.

Finalmente, quedé convencido de que la combinación de tecnología avanzada, experiencias centradas en el estudiante y un enfoque orientado hacia el aprendizaje, puede desencadenar una revolución educativa que transforme la manera en que los estudiantes se relacionan con el conocimiento y alcancen sus objetivos académicos. Mantenerse conectado con la comunidad de instituciones de educación superior permite acceder a recursos valiosos y compartir ideas innovadoras, puedes visitar algunos de estos recursos aquí.

Como participante del FIEd 2023, estoy emocionado por formar parte de esta transformación y ser un defensor activo de un futuro educativo más brillante y centrado en el estudiante.