Seis conclusiones sobre innovación tecnológica para el futuro de la educación superior
Se estima que el 56 por ciento de los líderes de educación superior ha notado que la influencia estratégica proveniente del área de TI hacia el resto de las áreas institucionales aumentó considerablemente durante los años recientes.
Además de diversificar su capacidad para la enseñanza y el aprendizaje en línea, las instituciones vienen confiando en soluciones digitales para facilitar las operaciones remotas, mantener la investigación, brindar servicios a los estudiantes y cumplir los objetivos de admisiones, atracción y recaudación de fondos. Los líderes institucionales tienen que satisfacer las necesidades de varias áreas involucradas mientras operan con presupuestos ajustados.
Las soluciones desarrolladas durante el gran cambio no solo facilitaron la instrucción remota. Las nuevas modalidades de enseñanza y aprendizaje han cambiado el futuro de la educación superior y esa transformación no muestra signos de desaceleración.
En Ellucian, estamos completamente enfocados en usar la tecnología para apoyar el éxito de la educación superior y nos asociamos con orgullo con la revista The Chronicle of Higher Education para patrocinar una encuesta a más de 600 administradores sénior de colegios y universidades. Este reporte explora cómo la tecnología ha equipado a las instituciones para enfrentar los desafíos y, al mismo tiempo, allana el camino para la innovación futura.
A continuación se presentan seis conclusiones clave del informe The Chronicle of Higher Education sobre las decisiones tecnológicas estratégicas y su impacto en el futuro de la educación superior.
1. HyFlex podría ser el camino del futuro
Los estudiantes no están dispuestos a dejar de lado la flexibilidad que viene con el aprendizaje en línea. Las experiencias presenciales siguen siendo una parte fundamental de la educación superior, pero muchos predicen que un nuevo modelo "HyFlex" (aprendizaje en el aula, en línea o ambos) se convertirá en la nueva forma tradicional de aprendizaje.
Como los estudiantes esperan más opciones individuales en su educación, las instituciones con la infraestructura y la voluntad de ofrecer una gama más amplia de experiencias de aprendizaje encontrarán una ventaja competitiva. “Anticipo que la cantidad de modalidades de instrucción que discutiremos será mucho, mucho mayor que la última vez que analizamos un contrato”, dice Mary Ann Rafoth, rectora de la Universidad Robert Morris.
Queda por ver si el modelo HyFlex se convierte o no en la norma, pero su poder de permanencia se verá reforzado por las nuevas fuentes de ingresos que crea, particularmente con respecto a aquellos estudiantes que de otro modo no se habrían inscrito en programas exclusivamente presenciales.
2. CIOs con asientos más grandes en la mesa
El CIO siempre ha tenido una voz importante en las discusiones sobre tecnología, pero a medida que una mayor parte de los procesos de educación superior se vuelven digitales, los CIO desempeñan un papel exponencialmente más importante para mantener la competitividad de las instituciones. Esto no solo es cierto en términos de necesidades operativas sino también en cuanto a la estrategia institucional. En una encuesta de 2020 de liderazgo sénior de TI realizada por Educause, más de la mitad de los encuestados notaron una expansión en la forma en que TI respaldó decisiones comerciales clave y dio forma a nuevas direcciones académicas.
"Somos vistos como el 'tejido conectivo' de la institución, un socio clave para hacer el pivote hacia la enseñanza, el aprendizaje y la administración a distancia", dijo un encuestado sobre su papel en la tecnología de la información. Así como la transformación digital no se ha ralentizado, es probable que la influencia estratégica de TI continúe creciendo en el futuro, posicionando a los CIO como verdaderos socios consejeros para presidentes y otros líderes institucionales.
3. La colaboración entre líderes del campus es clave
Según más de la mitad de los que respondieron a la encuesta de The Chronicle, cuando se necesitaban decisiones de toda la institución durante, lo que había sido la norma anteriormente en cuanto a participación vino a romperse con más miembros de la facultad, administradores y otras partes interesadas participando en la conversación. Con diversas opiniones y necesidades expresadas bajo un objetivo claro, los desafíos se eludieron con anticipación, lo que llevó a victorias más rápidas en general.
Los resultados de la encuesta sugieren que, si bien la toma de decisiones puede haberse vuelto más democrática, no siempre se ha simplificado. Las instituciones que logran un equilibrio entre la eficacia y la eficiencia estarán mejor equipadas para navegar por el panorama de la educación superior a medida que continúa evolucionando.
4. La integración de la tecnología es clave para las operaciones del campus
Cuando llegó la pandemia, hacer negocios como se acostumbro por cientos de años no era una opción. Fue un cambio dramático de la forma tradicional de hacer las cosas a medida que las instituciones se apoyaron en la tecnología para respaldar a los estudiantes en la nueva normalidad. En el futuro, los beneficios de la nube, la automatización y la inteligencia artificial han sido probadas y pueden implementarse a mayor escala.
El éxito no depende solo de la tecnología, sino también de las personas y los procesos que la utilizan. Cuando se les preguntó acerca de los desafíos al momento de evaluar las inversiones en tecnología, el 56 por ciento de los encuestados identificaron "renuencia del profesorado", mientras que casi la mitad estaba preocupado por capacitar a la comunidad del campus para usar nuevas herramientas de aprendizaje.
Además, si bien muchos estudiantes demostraron sentirse cómodos con el aprendizaje remoto, no existe un enfoque único para todos. “Cuando de repente tuvimos que mover todo en línea, se puso de relieve la división entre los que tienen y los que no tienen en términos de qué [tecnología] tenían los estudiantes en casa y cuánto más difícil es el aprendizaje en línea para los estudiantes de bajos ingresos”, dice un encuestado. Esta “brecha digital” persistirá hasta que las instituciones hagan esfuerzos concentrados para cerrarla asegurando que todos los estudiantes tengan las herramientas que necesitan para aprender en línea.
5. El momento para la nube es ahora
La nube ha sido una parte clave de la transformación digital masiva que está experimentando la educación superior, como lo respalda el 96 por ciento de los líderes que respondieron citando a los servicios de computación en la nube como "algo valioso" o "muy valioso" durante la pandemia. Las instituicones experimentaron de primera mano cómo la nube mejora los resultados de los estudiantes, aumenta la seguridad, mejora la eficiencia operativa y permite la continuidad del negocio.
“Los líderes saben que tienen que simplificar la gestión de la tecnología. Saben que necesitan invertir y reinvertir”, dice Susan Grajek de Educause. “La nube mueve mucho de ese esfuerzo y experiencia fuera de línea. Ayuda a simplificar la gestión de la tecnología”. La nube brinda agilidad y abre espacios para innovar. Cuando los productos funcionan en la nube, su institución puede tomar mejores decisiones y su personal de TI puede concentrarse en las prioridades más críticas.
6. Las restricciones presupuestarias son la principal preocupación cuando se trata de implementar tecnología
A medida que las soluciones digitales continúan su paso velóz, el acceso institucional a ellas puede tener dificultades para mantener el ritmo, como lo demuestra el 75 por ciento de los encuestados que citan las restricciones presupuestarias como una barrera importante para adoptar tecnologías académicas.
Si bien la pandemia presionó a las instituciones de educación superior y las obligó a tomar decisiones rápidas sobre tecnología, también les mostró lo que podrían estar haciendo mejor. Demostró que los estudiantes pueden aprender en línea de manera efectiva, los procesos se pueden mejorar para ahorrar tiempo al personal y se puede hacer más con los datos.
Si bien el presupuesto siempre será una barrera, el costo de no innovar y adoptar tecnología siempre será mayor en el corto plazo, por lo que las instituciones competitivas seguirán invirtiendo en soluciones innnovadoras.
Conclusión
Nos dirigimos hacia una “nueva tradición” que significará futuras inversiones en el papel estratégico crítico de la tecnología. Reflexionando sobre ese potencial, John O'Brien, presidente de Educause, destacó que “la tecnología ya no puede verse como una utilidad que funciona silenciosamente en segundo plano. Ahora más que nunca, la tecnología es un activo estratégico vital para el éxito de todas las instituciones de educación superior”.
Cómo se utilizarán esas herramientas es una pregunta que debe responder cada institución. Esto es particularmente cierto cuando se abordan desafíos continuos en la educación superior, como mejorar la asequibilidad y la accesibilidad, atender a poblaciones estudiantiles diversas y establecer nuevos programas académicos en línea con un mercado impulsado por la elección personal.
Cumplir con estos desafíos requerirá no solo ejecutar soluciones a nivel operativo, sino también adoptar la tecnología como un pilar central para la estrategia y la toma de decisiones a gran escala. Las instituciones deben abrir el diálogo con su comunidad para saber dónde deben mejorar la experiencia de los estudiantes, en qué etapa y entorno de aprendizaje. Necesitan alejarse de las prácticas manuales y optimizar los procesos, implementar el aprendizaje automático y aumentar el uso de datos y análisis para tomar decisiones más inteligentes.
Los resultados de la encuesta muestran que a pesar de los desafíos de la pandemia, las instituciones están comprometidas con el éxito de los estudiantes. Comprenden la importancia de explorar nuevos procesos, adoptar la tecnología y mantener un enfoque claro. El mundo ha cambiado, también lo ha hecho la educación superior.
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