Skip to main content
Skip to content

La flexibilidad de la educación superior debe comenzar desde la dirección – Vicerrectores de CESA y UCSG

November 6, 2024

 

Puntos clave

  • "No le tengas miedo a la innovación, ensaya, pilotea, fracasa y aprende de tus fracasos. La educación cambió y no podemos seguir sobre modelos preestablecidos" - Juan Aponte.
  • "El desafío es tener un pie en la vanguardia, pero mantener otro pie en la tradición, sin perder la perspectiva de lo que es la esencia de la universidad" - Florencio Compte.
  • "Cada vez que trabajo en proyectos colaborativos reafirmo que la unión de las universidades trae cosas buenas. Debemos dejar de vernos como rivales y vernos como socios estratégicos" - Juan Aponte.

Juan Aponte, vicerrector de Gestión Académica del Colegio de Estudios Superiores de Administración, CESA en Colombia, y Florencio Compte, vicerrector académico de la Universidad Católica Santiago De Guayaquil, en Ecuador comparten sus experiencias sobre la importancia de la flexibilidad y la capacidad de adaptación en la educación superior, y cómo la colaboración entre instituciones es fundamental para enfrentar los desafíos que presentan las tendencias actuales, la tecnología y la demanda de educación continua.

El cambio como motor de la innovación

Juan Aponte y Florencio Compte coinciden en que la flexibilidad es esencial para enfrentar los cambios constantes en el mundo. Aponte destaca que, en el contexto actual, la velocidad con la que las instituciones de educación superior necesitan reaccionar se ha incrementado exponencialmente. "Hoy nos toca movernos a la velocidad de un tren que atraviesa los océanos", menciona Aponte, enfatizando la necesidad de ser audaces y no temerle a la innovación.

"No le tengas miedo a la innovación, ensaya, pilotea, fracasa y aprende de tus fracasos. La educación cambió y no podemos seguir sobre modelos preestablecidos" - Juan Aponte. Para ambos vicerrectores, el cambio no es solo una obligación sino una oportunidad para ser creativos e innovadores. Compte resalta la capacidad de adaptación de los latinoamericanos, una habilidad que ha sido clave para afrontar los retos educativos que trajo la pandemia. Esta habilidad no solo permitió responder ante la urgencia del contexto, sino también continuar innovando a pesar de recursos limitados.

"Tenemos una enorme capacidad de adaptación y de dar respuesta ante circunstancias complejas. Utilicemos nuestras capacidades y la lección que nos ha dejado la historia, y no tengamos miedo a la innovación y a la creatividad" - Florencio Compte.

Flexibilidad curricular para un mundo cambiante

Florencio Compte describe cómo la Universidad Católica Santiago de Guayaquil ha adoptado la flexibilidad curricular como un eje central para adaptarse a las demandas actuales y futuras del mercado laboral. Subraya la importancia de la democratización de la educación y la necesidad de cambiar la rigidez curricular que aún prevalece en las instituciones.

"El mundo está cambiando y tenemos que adaptarnos a esos cambios. Si no tenemos la flexibilidad suficiente para entender y responder a esos cambios, no vamos a poder dar una respuesta adecuada a la sociedad" - Florencio Compte.

Juan Aponte complementa esta visión, explicando cómo el CESA ha trabajado en la flexibilidad curricular desde una perspectiva orientada a la experiencia del estudiante. Según Aponte, los estudiantes de hoy no buscan trayectorias educativas rígidas; desean personalización y acceso a una formación que se adapte a sus intereses específicos y al ritmo que ellos determinen. Esta evolución en las demandas de los estudiantes ha llevado al CESA a desarrollar un modelo educativo más flexible y personalizado.

La tecnología como habilitadora del cambio

La tecnología es, sin duda, uno de los pilares fundamentales en esta transformación educativa. Ambos vicerrectores resaltan cómo la tecnología no solo facilita la adaptación, también permite mejorar la experiencia del estudiante y del docente. Aponte menciona cómo el uso de la inteligencia artificial en el CESA ha permitido agilizar la revisión y mejora de planes de estudio, aunque reconoce que la tecnología no puede reemplazar la reflexión académica.

"La inteligencia artificial nos ayuda, pero detrás de ella estamos los seres humanos que no podemos olvidar los procesos reflexivos y académicos que hacen valiosa la educación" - Juan Aponte.

Por otro lado, Florencio Compte destaca la necesidad de tener un pie en la vanguardia tecnológica, pero sin perder el enfoque humanístico de la educación. Para él, la universidad debe tener una visión dual, donde se avance tecnológicamente sin dejar de lado los valores fundamentales que definen a la institución.

"El desafío es tener un pie en la vanguardia, pero mantener otro pie en la tradición, sin perder la perspectiva de lo que es la esencia de la universidad: formar seres humanos comprometidos con la sociedad" - Florencio Compte.

La colaboración como estrategia para el futuro

Un tema clave que surge en la conversación es la importancia de la colaboración entre instituciones. Tanto Aponte como Compte enfatizan que las universidades deben dejar de verse como competidoras y comenzar a trabajar juntas para alcanzar objetivos comunes. Aponte describe cómo ha logrado concretar proyectos importantes gracias a la unión de varias instituciones, incluyendo un programa de doctorado conjunto entre siete universidades.

"Cada vez que trabajo en proyectos colaborativos reafirmo que la unión de las universidades trae cosas buenas. Debemos dejar de vernos como rivales y vernos como socios estratégicos" - Juan Aponte.

La visión compartida por ambos vicerrectores es que la colaboración no solo permite avanzar en términos educativos, sino también tener un impacto positivo y directo en la sociedad, mejorando la calidad educativa y brindando mayores oportunidades a estudiantes y comunidades.

En "Vicerrectores en Conversación", Juan Aponte y Florencio Compte dejan claro que la educación superior debe ser flexible, creativa y colaborativa para enfrentar los desafíos del presente y del futuro. La flexibilidad curricular, la adaptación tecnológica y la colaboración son los pilares que permitirán a las universidades preparar a los líderes del mañana. Su mensaje es claro: no temer al cambio, ser disruptivos y comprometerse con el bienestar de los estudiantes y de la sociedad en general.

Ellucian
Autor

Ellucian